Proyecto de Línea 7 de Metrobús provocará graves daños en Paseo de la Reforma
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En piedra y bronce, Paseo de la Reforma tiene labrada la historia de México en sus monumentos y camellones, pero la belleza del entorno de la principal avenida del país podría cambiar si se concreta la construcción de la Línea 7 del Metrobús.
Hace apenas un año el proyecto se detuvo gracias a que el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) de la UAM Xochimilco alertó sobre los daños que esta obra podría causar al entorno cultural de la ciudad de México.
Este grupo de académicos señala que el proyecto carece de un estudio fáctico cultural y viola normas como la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico, en donde explícitamente se dice que Paseo de la Reforma es considerado un espacio abierto monumental.
Lo que significa que debe ser conservada como legado para las generaciones futuras.
Carlos Lara, integrante del Grecu, explicó: "El cambio de uso de suelo para que se levanten cuantas torres se les ocurran y luego meter este tipo de transporte colectivo van a hacer de este Paseo, que insisto es el más hermoso del país, van a convertirlo en una calle cualquiera".
Apenas la semana pasada fue publicado el proyecto ejecutivo en la Gaceta Oficial y ya hay fecha para iniciar obras.
Guillermo Calderón, director general del Metrobús, "Hacia finales de septiembre, principios de octubre, estaremos iniciando las obras; las obras tienen una duración entre 10 y 11 meses, lo cual indica que estaremos iniciando operación alrededor de agosto o septiembre del 2017".
Los expertos de la Universidad señalan que el Metrobús es una mala solución de corto plazo para resolver un problema de movilidad.
Como ejemplo exponen lo que hoy ocurre con la Línea 1 de Insurgentes, la cual está colapsada por la gran demanda de usuarios, a pesar de contar con el mayor número de camiones.
Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grecu, afirmó: "Sabemos perfectamente el hacinamiento y los enormes problemas que han generado las líneas del Metrobús a lo largo de sus diferentes trayectos".
Por su parte, la Asociación Mexicana de Urbanistas advierte que una de las principales preocupaciones es la ambiental, pues con los nuevos autobuses se tendrían que mutilar cientos de árboles.
Joaquín Álvarez Ordoñez, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas, dijo: "Parece que la idea es incorporar vehículos de tipo de Londres, ingleses de dos pisos. Yo creo que la altura va a molestar las zonas arboladas".
Sin embargo, las autoridades aseguran que no habrá daños al entorno cultural y el impacto a la vegetación será mínimo.
"Nosotros somos los más interesados en que se respete el patrimonio cultural, no se toca un solo monumento, se respetan esencialmente todos los árboles", aseguró Calderón.
Las autoridades de la Ciudad de México defienden el proyecto bajo el argumento de que se necesita mayor movilidad para las más de 130 mil personas que a diario utilizan el transporte público en la zona.
Mientras que los académicos y urbanistas piden que se explore otras opciones para respetar la historia del Paseo de la Reforma, construido en 1864 para conectar el Castillo de Chapultepec con el centro de la ciudad.
Con Uno, Ricardo Rivera