En Tiempo Real: Inseguridad imaginaria y robos en vacaciones

Un día el secretario de inseguridad pública de chilangolandia, Hiram Almeida, dijo que la "inseguridad es más percepción que realidad". No, pero aguanten que esto se pone peor, dijo que de acuerdo a su visión de la realidad, la vida cotidiana de los capitalinos, cito, "no es afectada por la incidencia delictiva". Quihubo con sus naranjas. A ver mátenle ese chiste.

¿Alguien conoce un chiste mejor?
-Yo.
-¿Tu le vas a matar el chiste al secretario?
-Sí.
-A ver, órale.
-Las policías capitalinas son corruptas más que en percepción, en la realidad.
-No pues si te lo chin%&/.

El asunto es que ahí les van las cosas que más se roban en vacaciones de verano, y no es chiste: Sandalias, lentes de sol, trajes de baño, playeras, vestidos, entre otros artículos. Al ratero de hoy le gusta la moda fina. Robarle a los paseantes la chancla sexy, el huarache que combina con todo y la toalla que sirve de salida y de vestido de noche.

De acuerdo con estadísticas de la empresa de seguridad Alto México, en el periodo vacacional de verano el robo hormiga en tiendas de autoservicio en la zona metropolitana disminuye hasta un 26 por ciento.

Sin embargo, en lugares turísticos en otros lugares de la República, este mismo delito aumenta al 100 por ciento.

Si bajan los delitos en las zonas metropolitanas y sube en las zonas vacacionales, ya sabemos quienes son los rateros ¿no?

El 58 por ciento de los artículos que se hurtan son utilizables en la playa, desde trajes de baño, vestidos y hasta sandalias. Ya no respetan las curvas. Ya roban lo que sea.

Pero además el 17 por ciento ocupan productos de cuidado personal como desodorantes con pelos, jabones con pelos, bronceadores, cremas y shampoo.

Otro 25 por ciento de las cosas robadas son alimentos.

Es que la tostada de pata, la tinga de res y ensalada rusa que hace mi madrina cuando salimos de vacaciones, son la envidia de todos ¿no?
Ladrones que no respetan ni la trusa ajena baleada y balaceada, En Tiempo Real.